viernes, 1 de julio de 2011

3.4. Reino Plantas. Principales divisiones y clases

 3.4. Reino Plantas. Principales divisiones y clases
El reino Plantas surgió, hacia finales del Ordovícico (hace unos 450 millones de años), de algún grupo de algas verdes que consiguieron adaptarse a la vida terrestre, con las que comparten cloroplastos con los mismos pigmentos y una pared celular de celulosa.

Las plantas poseen un cuerpo formado por raíces, tallo y hojas, el cual recibe el nombre de cormo (en contraposición al talo o cuerpo de algas y hongos, y que antes componían las talofitas dentro del reino vegetal).

La ultraestructura de las plantas se caracteriza por la presencia de tejidos especializados, entre ellos los tejidos conductores o vasculares para el transporte de las savias (bruta y elaborada), a excepción de los musgos que son las plantas menos evolucionadas.
Otro carácter de interés es la presencia de embriones alojados en órganos especializados que darán origen a la fase llamada esporofito, dentro de una alternancia de generaciones entre una fase haploide (con células que contienen n cromosomas) llamada gametofito y otra fase o esporofito (con células que contienen 2n cromosomas).

Las principales filos o divisiones de este reino son:
- Div. Briófitos: Agrupa a unas 15.600 especies de plantas terrestres simples en las que la generación del gametofito es la más visible formada por unos rizoides (falsas raicillas) que las sujetas al suelo (no absorben agua ni nutrientes), un cauloide (falso tallito) y filoides (falsas hojitas). Después de la fecundación, se forma un embrión a partir del cual se desarrolla un esporofito constituido por un fino pedúnculo al final del cual existe una cápsula alargada protegida por una cofia; en el interior de la cápsula se forman las esporas, previa meiosis, y al abrise la cápsula quedan libres para, en condiciones adecuadas, forman nuevas plantitas.

Se subdivide en tres clases: Hepáticas, Antocerófitos y Musgos, este último es el grupo más importante y en él se incluyen los mugos de las turberas o Sphagnum, que cubren el 1% de la superficie terrestre del planeta.
Figura 13: Musgo y helecho como representantes de las plantas sin flores
 
- Grupo de plantas vasculares (Traqueófitos): Este grupo incluye diferentes filos que poseen vasos conductores de savias. De ellos, el más importante, por su evolución y número de especies, es el filo o división de los Pteridófitos, con unas 11.000 especies vivas de helechos.

Su cuerpo o cormo (correspondiente al esporofito) tiene auténticas raíces, tallo (en algunos grupos rastrero o subterráneo llamado rizoma) y hojas. El grupo mayoritario (O. Filicales) produce sus esporas en esporangios agrupados en soros (amarillos, pardos o negros) dispuestos en filas o manchas sobre el envés de las hojas; a este grupo pertenece el helecho común (Pteridium aquilinum).
- Grupo de las plantas con semillas (Espermatófitos): La semilla es una de las grandes invenciones de la naturaleza, que permite una protección del embrión de la desecación. La semilla es una estructura multicelular, el primordio seminal (antes llamado óvulo), y una serie de envueltas que forman la cubierta de la semilla. Las primeras estructuras con aspecto de semillas tuvieron su origen a finales del Devónico, hace unos 370 millones de años.

Las plantas con semillas se subdividen en seis linajes o filos (uno fósil). De ellos, los más importantes son dos: Los Coniferófitos (del grupo de las gimnospermas) y las Angiospermas (del grupo de las plantas con flores o Antófitos).

Los Coniferófitos agrupan a unas 550 especies que presentan como característica distintiva el cono, estructura que puede ser masculina (producen granos de polen) o femenina, con primordios seminales desnudos que se transformarán en las semillas situadas sobre escamas como ocurre en los pinos o encerradas en una cubierta carnosa, llamada arilo, como en el tejo. A este grupo pertenecen los abetos, pinos, cedros, cipreses, enebros, tejos, secoyas, etc.
Figura 14: Algunas plantas representativas
 
Las Angiospermas aparecen en el registro fósil a principios del Cretácico, hace unos 130 millones de años. Es con mucha diferencia el grupo más diverso de las plantas; agrupa a unas 235.000 especies, de las que unas 3000 especies de plantas con flores viven como parásitas, renunciando total o parcialmente a la fotosíntesis y/o a la adquisición de nutrientes por las raíces.

Las Angiospermas se caracterizan por cinco grandes características:
a) La presencia de la flor; ésta consiste en cuatro verticilos de estructuras sexuales y auxiliares; del exterior al interior son: cáliz (formado por sépalos), corola (formado por pétalos), androceo (formado por estambres) y gineceo (formado por uno o más carpelos).

b) La presencia de un primordio seminal (antes óvulo) completamente envuelto en varias capas de tejido dentro del ovario del carpelo.

c) Preeminencia de la generación del esporófito, quedando el gametófito masculino reducido a tres células en el grano de polen (dos células espermáticas y la tercera forma el tubo polínico); mientras que el gametófito femenino ha quedado reducido a siete células que constituyen el saco embrionario encerrado en el primordio seminal (una es el gameto femenino -la oosfera- y otra tiene dos núcleos; además, existen dos sinérgidas y tres antípodas).

d) Realizan una doble fecundación. Un núcleo espermático (del grano de polen) se une a la oosfera o gameto femenino que dará origen al embrión, y el otro núcleo se une a la célula del saco embrionario que tiene dos núcleos, resultando una célula triploide que originará el tejido nutritivo de la semilla o endospermo.
e) La presencia de las peculiares células cribadas del floema que transportan los nutrientes por toda la planta de forma muy eficiente.
Dentro de las Angiospermas se suelen diferenciar dos grupos: la clase dicotiledóneas y la clase monocotiledóneas, cuyas diferencias se muestran en la figura 15.

Cuadro III: Rasgos comparativos entre monocotiledóneas y dicotiledóneas



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